sábado, 25 de abril de 2020

No es la distancia quien decide separarnos, ella solo aleja los deseos de tocarnos. Si en un pañuelo de seda, tu nombre bordado vez, fue con pétalos de rosas que con amor lo bordé. Es raro hoy pensándolo bien no sé ni tu nombre aunque de nada me sirve, te llamaré solecito, princesa, mi Reyna, mi luna, mi amor, te llamaré con mi boca hablando el corazón. Dirige tu mirada en una única dirección, las barreras que hoy implantas, te bloquean la razón. Abre los ojos dime lo que vez, deja que tu alma, conozca mi ser. Ahora lo entiendo todo, haz sufrido, haz llorado, haz vivido del engaño, la traición de la mano te agarró, dejando atrás los sentimientos, pagando duro el error. Quiero que sepas que pongo en tus manos mi humilde corazón, cuídalo ahora es tuyo y ha sufrido sin perdón. 

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